Ya ya lo sé, esta imagen no pega mucho en pleno mes de agosto, pero es que cuando entramos en este pasajero mes estival, algo en mí empieza a cambiar... Con la entrada de este mes, una ligera inquietud comienza a brotar en mi interior, las tardes se empiezan a acortar, y cuando sopla el poniente, esas agradables sensaciones emergen cada vez más... Será que ya cruzamos el ecuador del estío, y ya queda menos para la siguiente estación, "el Otoño", y aunque no me refiera al pleno y más puro otoño, si me refiero a esos días de transición, en los que la noche llega antes, el aire es diferente, y el olor del campo, también...
Esos días amigos, creo son mis preferidos del año, y aunque la primavera tiene fama de bella, el otoño es bello, hechizante y cautivador...
Ya lo huelo si..., la tierra recién mojada, la hierba fresca, y esos inquietantes bramidos al atardecer, que ya resuenan en el monte, cuando el otoño, está a punto de caer...